Padres positivos, hijas felices
Amira Corrales
Mis deseos para este día del padre son que logren ser hombres amorosos, quienes se puedan hacer cargo de sus hijas e hijos; que luchen por su descendencia aun y cuando no vivan con ella, que a pesar de que la relación con la madre de sus descendientes haya terminado, no se olviden que otro apego más grande y hermoso se ha gestado, ese que se tiene con las hijas e hijos que no debieran sufrir la separación de sus padres, que sepamos diferenciar entre el amor a la pareja y el amor hacia ellas y ellos, que no es el mismo. Si se termina con la pareja, el cuidado y protección hacia hijos e hijas se debe perseverar, dándoles amor incondicional. Deseo que al cultivar esta relación, sean padres felices, que les expresen sus sentimientos y preocupaciones, independientemente de la edad que tengan sus descendientes, porque uno no deja de ser padre aunque ellas y ellos crezcan y hagan sus propias familias. Les deseo que en lo que esto sucede, disfruten de la crianza, de los bellos destellos de felicidad que se tienen cuando se cría y de la dulce compañía que nos dan cuando crecen, se van y nos visitan. Deseo que cultiven la paz, el respeto y la empatía en su hogar, ya que cómo se relacionen con sus hijas, ellas van a anhelar alguien como su padre; pero si ese padre es violento, muchas lamentablemente, repetirán el patrón y se relacionarán con hombres violentos porque se asemeja al amor que nos enseñaron puede dar un hombre, aunque nos maltrate. Por eso nunca, ni con el pétalo de una rosa, decía mi abuelo, debe mancillarse a una mujer, mucho menos a la esposa, pareja o hija. Pero si los padres son amorosos, cercanos y amigos, el resultado muy posiblemente será positivo para sus hijas y para ellos. Con los hijos, es la misma ecuación: ellos aprenden a ser hombres, de acuerdo la forma que les muestra papá. Por eso hay que aprender la crianza positiva. ¡Feliz día del padre!