A menos de 10 años, quieren modificar política electoral
-En la reforma electoral del mandatario federal contempla la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas; selección de consejeros y magistrados electorales mediante voto popular
NUEVAS REGLAS DE JUEGO
Rosa Gabriela Porter Velázquez
Todavía no cumple una década de la última reforma electoral, sin embargo, el Gobierno Federal y los principales partidos de oposición impulsan más cambios en la materia principalmente en las instituciones que organizan comicios, aspectos de representación proporcional, desaparecer los Organismos Públicos Locales (OPLE), implementación de urnas electrónicas, entre otros.
Apenas en 2014 trascendieron reformas importantes en cuanto al ámbito políticoelectoral, incluyó tópicos en el régimen de gobierno para reforzar la participación de las Cámaras de Diputados y Senadores en la ratificación del gabinete; introducción de la reelección legislativa; pasó del Instituto Federal Electoral (IFE) al Instituto Nacional Electoral (INE); obligatoriedad en la paridad de género para postulación de candidatos.
Destacaron permutas relevantes en el régimen de partidos, incrementó el porcentaje mínimo para mantener el registro; estableció los sistemas de coaliciones; fortalecieron la fiscalización; reglas básicas para las consultas populares; además, optimizaron el modelo de comunicación política.
Como históricamente ocurre con las transiciones gubernamentales, el nuevo régimen federal formalizó su propuesta de reforma electoral.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ya dio a conocer públicamente la propuesta que también abandera el grupo parlamentario de Morena, esencialmente la reducción del número de diputados y senadores plurinominales; disminuir el financiamiento hacia los partidos y aminorar los costos en la organización de elecciones.
Los “guindas” plantean reformas particularmente en 18 artículos constitucionales y siete transitorios, con lo que prevén un ahorro superior a los 24 mil millones de pesos al centralizar esta actividad, por ejemplo, con la desaparición de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), así como los tribunales en las entidades.
En la reforma electoral del mandatario federal contempla la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC); selección de consejeros y magistrados electorales mediante voto popular para el primer domingo del mes de agosto y que sean candidatos postulados por los Poderes de la Unión; eliminar los OPLE y tribunales locales.
Prescindir de las diputaciones plurinominales y reducción del número de legisladores federales y locales, por lo que la Cámara de Diputados tendría 300 curules en lugar de 500, mientras que la de Senadores pasaría de 128 a 96 escaños.
Cambio del modelo de elección de diputados, senadores y ayuntamientos para que sea mediante sistema de representación pura, en donde el porcentaje de votos que obtenga un partido político lo reflejará en la cantidad de legisladores o integrantes del cabildo que ostentarán.
Igualmente, reducir la conformación de ayuntamientos, como límite nueve regidurías de forma proporcional a la población de cada municipio; quitar financiamiento público ordinario para los partidos nacionales y locales, únicamente permanecerán las ministraciones para campañas.
Posibilidad de implementar el voto electrónico; reducción de los tiempos en radio y televisión en materia electoral, sin contemplar los lapsos fiscales; disminuir al 33 por ciento (%) la participación vinculante para la revocación de mandato; modificar excepciones para difusión de propaganda gubernamental, además de crear una legislación única.