LYZANDRO HERRERA

Primera de dos partes.- Benito Juárez García, nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca. Hijo de indios zapotecas, viajó a Oaxaca a los trece años. Durante un breve tiempo fue segador de cereales, pero encontró protector en don Antonio Salanueva, encuadernador de la Orden Franciscana. Aprendió a leer de él y del maestro Domingo González. Se matriculó en el Seminario de Santa Cruz, donde cursó el bachillerato. Estudió latín, filosofía y terminó el bachillerato en 1827. Al año siguiente, ingresó al Instituto de Ciencias y Artes, donde se graduó en 1834 como abogado. En 1831 fue regidor del ayuntamiento de Oaxaca y en 1833 diputado local. En 1841 era juez civil y al ser destituido de la presidencia el general Paredes Arrillaga, Juárez fue electo diputado federal. Después de regresar a Oaxaca, Juárez retuvo brevemente la gobernación tras la renuncia de José Simeón Artega. El 15 de enero de 1847, se inició en la masonería del Rito Nacional Mexicano en la logia Independencia #2. Benito Juárez al final de su mandato en agosto de 1848, se postuló para el siguiente mandato y fue reelegido. Trabajó por el equilibrio económico y realizó algunas obras públicas: caminos, reconstrucción del edificio de gobierno, fundación de escuelas. Levanta un mapa geográfico y crea el mapa de la ciudad de Oaxaca. Reorganizó la Guardia Nacional, dejando un superávit en la tesorería. Su mandato terminó en 1852. Cuando Santa-Anna volvió al poder, muchos liberales, incluido Juárez, fueron exiliados primero a Jalapa y luego a La Habana después de una breve sentencia de prisión en San Juan de Ulúa. Fue deportado de La Habana a Nueva Orleans, donde desembarcó en octubre de 1853. Posteriormente, cuando cayó Santa-Anna y asumió la presidencia Juan Álvarez y Comonfort, fue nombrado ministro de Justicia (octubre y diciembre de 1855). En noviembre de 1855 se promulgó la ley sobre la administración de justicia, la llamada Ley de Juárez, por la cual se derogaron los fueros. Continuará.