Amira Corrales

Ante lo complicado y difícil que es el mundo exterior, principalmente si vives en el cuerpo de una mujer, quisiera plantear una serie de principios sobre las experiencias y sapiencias de la vida, que se pueden llegar a acumular desde el paradigma de las teorías de género, que mucho han ayudado a las mujeres a reconstruirse ladrillo a ladrillo en una sociedad que poco las valora y mucho las discrimina… y, sin embargo, se puede. Para mi el principio más importante es el amor a una misma, porque de este parte el resto. Desde que nacemos nos enseñan a amar, pero a otros y no nos dicen cómo hacerlo para nosotras mismas, cuando nos despojan de nuestro cuerpo para que, por sacrificio, siempre esté a merced de los demás; o cuando la autoestima se confunde con vanidad, y es sancionada y por tanto abandonada por muchas mujeres que se rinden a la expectativa social. O quizá cuando te hacen creer que vales por bonita o por tener buen cuerpo y basas tu amor propio en un estereotipo que tal vez, nunca alcances y te pierdes en las voces que te dicen fea o gorda. Definitivamente ninguna mujer debe creer que su valor es únicamente la belleza, porque no existe un modelo único de hermosura, porque envejeces y dejas de ser una linda joven, porque se debe amar y valorar a la persona y ni cómo luzca. Por consiguiente, el principio de amarnos a nosotras mismas debe de convertirse en una filosofía de vida, que te de la fuerza y el valor para enfrentar las descalificaciones a tu persona, a tu belleza, a las expectativas que los demás tienen de ti; porque a quien debes complacer, respetar y amar primero es a ti, para que después puedas producir el amor genuino que des a los demás, sin esperar complementarlo con el amor de alguien más, sin que tengas que depender de alguien más para ser feliz, porque eso sale de tu control, así que debes aprender a quererte, completarte y depender únicamente de ti para construir tu alegría por la vida.

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