FACTORES 

Confirmaron trabajadores informales que las afectaciones económicas generadas por la pandemia aún disparan el número de personas en la ciudad que ejercen una actividad de este tipo.

Explicaron que las complicaciones para mantener una estabilidad económica familiar ha sido la principal causa que obliga a más familias, de todos los estratos sociales, a salir a las calles a realizar una actividad apegada al ambulantaje.

“Las ventas en la vía pública, relacionadas a la oferta de comida y artículos de segunda mano, son las dos principales actividades a las que la población recurrió para mantener una solvencia”.

Estimaron que al menos tres de cada 10 habitantes, entre hombres y mujeres, se vieron en la necesidad de recurrir a esta dinámica, alternativa a la que previo a la pandemia no pensaban si quiera en recurrir.

Consideraron que a pesar de que su condición no corresponde a seguir las reglas en el ámbito municipal, su actividad es necesaria en tanto la situación laboral no mejore.

“Del 100 por ciento (%) de nuevos comerciantes no establecidos surgidos a partir de la emergencia sanitaria y hasta noviembre, al menos en la capital de Hidalgo, el 40 % decidió permanecer en esta condición, mientras el resto sólo lo hizo de manera temporal”.

Argumentaron que, para la recta final del presente año, ese 40 % puede incrementar un poco, ya que la sociedad está expectante de las ventas de fin de año pese a las advertencias del municipio de impedir la presencia de vendedores en la vía pública que no cuenten con su permiso correspondiente. (Milton Cortés Gutiérrez)