Lyzandro Herrera

En este viaje llamado vida, debemos desempeñar una tarea que nos dé el sustento diario que nos permita satisfacer nuestras necesidades básicas. En la estructura social no todos tienen la oportunidad de acceder a los sistemas educativos que formen profesionistas y expertos en materias cuyos sueldos son mayores a los que se perciben en los trabajos menos especializados. Sin embargo, existen variantes más importantes que la percepción de un sueldo y entre ellas, la vocación. La palabra vocación deriva del término vocatio del latín y su significado hace referencia a una inspiración divina. Esto se relaciona con la idea de que la vocación de una persona es como una llamada para hacer exactamente eso. La idea de vocación se relaciona también con la idea de servir a los demás. Se trata del interés, la pasión e inclinación por desenvolverse en una profesión específica. No es de extrañar, dado el origen del término vocación, se lo vincule a una convocación o llamamiento. Desde una perspectiva general podemos decir que la vocación tiene que ver con los deseos, anhelos o sueños de cada persona. Las personas que se desenvuelven en la vocación de su elección son porque concuerda con sus intereses y habilidades. Este concepto no debe tomarse como algo final, la vocación es un proceso que se va desarrollando a lo largo de la vida. Es decir, que es un fenómeno que evoluciona constantemente a la par de la persona con esa vocación. Algunas personas encuentran su vocación sin problemas, es algo que han sabido siempre. Otras personas pueden encontrar algunas complicaciones para definir su vocación. En estos casos, es importante que la persona considere sus deseos, sus capacidades, sus intereses y sus objetivos. En un sentido trascendental, la vocación habla de la misión que se viene a cumplir a este mundo y cuando la actividad se hace con amor, los resultados cambian la vida y rumbo de los demás para el bien del género humano. Es cuanto.