Aura y ciencia
LYZANDRO HERRERA
El aura ha dejado de ser un tema esotérico y reservado a la metafísica, ya que la ciencia por primera vez logró explicar porque algunas personas ven la energía de la gente y se pudo confirmar que efectivamente el aura existe. Investigadores descubrieron que en realidad se trata de un fenómeno neuropsicológico denominado sinestesia emocional. Los sinéstetas utilizan los cinco sentidos, al tener más interconectadas las áreas del cerebro encargadas de procesar cada uno de los estímulos, de forma que son capaces de ver o paladear un sonido, sentir un sabor o asociar a las personas con un determinado color. En un artículo publicado en la revista Consciousness and Cognition, se ofrece una explicación científica al fenómeno que da capacidad a algunos para ver el campo energético de radiación luminosa multicolor que rodearía a las personas a modo de halo y que resulta invisible para la gran mayoría de los seres humanos. Para realizar esta investigación, entrevistaron a varias personas con sinestesia, entre los que se encontraban Esteban Sánchez Casas, conocido como “El Santón de Baza”. El Santón de Baza presenta sinestesia caras-color (la zona cerebral del reconocimiento de caras se asocia a la zona de los colores, por lo que asocia a cada persona con un color); sinestesia tacto-espejo (cuando observa a una persona que está siendo tocada o que experimenta un dolor, él experimenta ese mismo dolor); una alta empatía (la capacidad de sentir lo que está sintiendo otra persona) y esquizotipia (ciertos rasgos de personalidad con tendencia a formas de paranoia y de alucinación). Los autores advierten del enorme efecto placebo que provocan los curanderos en las personas, “aunque padezcan realmente sinestesia y sean capaces de ver el aura o sentir el dolor del otro.” Algunos de estos curanderos “presentan ciertas habilidades y actitudes que les permiten creer en su capacidad de sanar a los demás” pues la sinestesia no es un poder extrasensorial, sino una percepción subjetiva y “adornada” de la realidad. Es cuanto.