Milton Cortés Gutiérrez

Trabajadores del Relleno Sanitario de El Huixmí irrumpieron, ayer por la mañana, en las instalaciones de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) para exigir que no se cierre el lugar; al contrario, que mejoren sus condiciones para mantener su fuente de ingreso.

Al menos 400 pepenadores y trabajadores de distintas áreas del tiradero marcharon en dirección a las instalaciones de Semarnath, generando un intenso caos vehicular en bulevares como Felipe Ángeles.

Al llegar al Parque Ecológico Cubitos, los pepenadores concentraron unidades pesadas de transporte y otros vehículos a las afueras de la dependencia estatal e ingresaron por la fuerza en busca de entrevistarse con la titular de Semarnath, Mónica Patricia Mixtega Trejo.

Los ejidatarios, encabezados por el comisariado Cecilio Téllez Escárcega, señalaron que es necesario, que a pesar de las condiciones del tiradero actual que ha sobrepasado su capacidad y que ya no tiene una vida útil y ni siquiera para el corto plazo, existe espacio en El Huixmí para construir una nueva celda y evitar que cientos de familias que dependen del trabajo en torno a los desechos sólidos se queden sin sustento económico.

Manifestaron que la dependencia estatal debe intervenir y buscar otra alternativa de construcción de celdas en el mismo relleno sanitario.

Opinaron que existe suficiente extensión de tierra en la comunidad para la construcción de una o dos celdas. “Estamos conscientes de que la celda número siete es la única con vida útil y en la cual al menos cinco municipios de la zona metropolitana de Pachuca depositan sus desechos sólidos urbanos está a punto de colapsar y que llegará a su límite final aproximadamente en cuatro meses, por ello solicitamos que el gobernador del estado, Julio Menchaca Salazar, intervenga para que por medio de la Semarnath se destinen recursos a la construcción de una nueva celda”.