La mejor forma de administrar departamentos en renta
Redacción
La mayor parte de quienes administran bienes inmuebles, particularmente casas habitación o locales comerciales, saben que su trabajo suele ser menospreciado. Para muchos, los que no deben administrar, la creencia es que se trata básicamente de esperar a que llegue la fecha de cobrar la renta, las cuotas condominales y, a lo más, hacer algunos pagos. Nada más alejado de la realidad.
Las cosas de hecho son bastante más complicadas, pues todo bien inmobiliario suele traer cada mes una sorpresa que debe ser atendida. Esto es normal cuando hay un uso constante, como en una casa habitada. De allí que la administración de departamentos en renta se haya tornado tema de especialistas y más cuando se trata de sitios con mucho dinamismo como los ubicados en la Riviera Maya.
En efecto, conforme un lugar es próspero, en este caso por el turismo y la irrupción de nuevas formas de explotar una propiedad, los bienes inmobiliarios representan un reto para ser administrados, lo mismo que para ser rentados o vendidos. El mercado es tan dinámico que el administrador debe estar a la altura para competir con otras opciones similares.
Los expertos de Balam Realty, firma ubicada en la ciudad turística de Playa del Carmen, es decir, en el corazón de la Riviera Maya, señalan que en esta parte de la República Mexicana es indispensable Nos estar profundamente comprometidos con la vigilancia, administración y resguardo del patrimonio de los clientes. Un servicio de primera clase, sostienen, es la única forma de corresponder a la confianza de quien pone en sus manos sus bienes más valiosos.
Un factor adicional es plantear estrategias para potencializar la rentabilidad de estas propiedades en un contexto como el de la Riviera Maya. Las propiedades vacacionales tienen su propia lógica, además de que en ellas se plasman periodos de alta y baja afluencia que, de manera cíclica, aparecen cada año.
El uso intensivo es deseable, pero como ya señalábamos en un principio, eso implica un administrador cuidadose y que constantemente esté verificando el buen estado de la propiedad y los servicios de los que está dotado.
Temas como la vigilancia privada, la recolección de deshechos, el mantenimiento habitual, desde jardinería hasta el lavado de tinacos, es parte de una labor que exige mucha responsabilidad. Teniendo cubiertos estos factores, será más fácil la promoción de las propiedades para que siempre estén produciendo recursos.
No olvidemos que de casos de mucho dinamismo, cambio de inquilinos, impone también una serie de trámites que no deben descuidarse. La firma de contratos y los diversos trámites ante autoridades locales deben estar siempre al día para evitar sorpresas desagradables. Una vez más, lo mejor es confiar en expertos que tengan una gran tradición en la zona y que hayan sido calificados positivamente por sus anteriores clientes.
Quien tiene el privilegio de contar con propiedades entre sus bienes, deben pensar muy bien antes de tratar de ahorrase unos pesos y caer en prácticas poco profesionales tratando de encargarse sin ayuda de un proceso tan delicado como la administración de una casa, un departamento o un local. Lo mejor es no correr riesgos y, eso sí, disfrutar de los dividendos de nuestro patrimonio sin que esto se convierta en un martirio.