Actividades ilegales, pero alcaldía con oídos sordos
-El desastre de tractocamiones en Santa Mónica, sólo es la punta del iceberg: vecinos comentan que hay desde carreras de caballos hasta peleas de gallos
EPAZOYUCAN
Milton Cortés Gutiérrez
Tras el accidente en la comunidad de Santa Mónica, municipio de Epazoyucan, que cobró la vida de tres personas y dejó 12 lesionados, vecinos del lugar señalaron que estas actividades son comunes en el lugar.
Lamentaron que una celebración para el disfrute de las familias se haya convertido en la peor tragedia en la comunidad, además de advertir que de manera regular no existen medidas de seguridad en este tipo de eventos.
Declarantes manifestaron que en Santa Mónica también se realizan, de manera clandestina, peleas de gallos y carreras de caballos, a las que incluso, menores de edad tienen acceso libre y donde también se presentan constantes riñas entre participantes y asistentes.
“Resulta tarde expresar esto por la magnitud de la tragedia; lamentablemente un sector social mantiene tradiciones muy arraigadas mientras que otras familias no compartimos las formas de diversión, nuestra postura siempre será rechazar cuestiones que por lógica son peligrosas, pero si son una tradición durante las festividades y la gente las fomenta, es ahí donde nace el problema”, dijo una persona que no quiso revelar su identidad.
Criticaron la ausencia de autoridades de seguridad y protección civil en el evento realizado en la vía pública, en una calle de no más de cinco metros de ancho y donde pretendían hacer caber dos tractocamiones a alta velocidad.
“El municipio se lava las manos y afirma que no había permisos para estos eventos, que no estaban enterados; es cuestionable que la autoridad no esté enterada de un evento en el que hay más de 500 personas, una flotilla de más de diez tractocamiones y otros autos de exhibición”, señaló otra fuente anónima.
Los vecinos inconformes solicitaron a las autoridades frenar actividades de este tipo en el lugar, así como evitar peleas de gallos y carreras de caballos que son constantes en donde insisten, no existen mínimas medidas de seguridad.