La delincuencia organizada y su injerencia electoral

Leonardo Herrera

La decisión del Tribunal Estatal Electoral de Hidalgo (TEEH) de anular la elección municipal en Eloxochitlán, por impedir la votación de ciudadanos, deja abierta la posibilidad de que ocurra lo mismo en al menos dos municipios más: Mixquiahuala y Cuautepec, donde ocurrieron hechos iguales o más graves como la injerencia de la delincuencia organizada que se apoderó de casi la mitad de los paquetes electorales.

De acuerdo con el expediente que analizaron los magistrados, en ese municipio de la Sierra del estado se impidió la votación de ciudadanos de la comunidad de Hualula, y a través de mantas se advertía que no se permitiría la participación de aquellos que no vivían en el municipio, lo que atentó directamente en el proceso y su resultado sobre todo si se toma en cuenta que, la diferencia entre el primero y segundo lugar fueron 22 votos y justamente 27 ciudadanos fueron imposibilitados de llegar a las urnas.

Si el criterio fuera el mismo, Cuautepec deberá ser el segundo municipio donde se convoque a elecciones extraordinarias, pues de acuerdo con la impugnación presentada, en este lugar grupos de la delincuencia organizada dedicados al huachicoleo, se apoderaron de 36 paquetes electorales, algunos de los cuales fueron quemados afuera de las casillas, otros simplemente desaparecieron.

Cuando la Guardia Nacional y la Policía estatal llegaron al municipio, apenas se pudieron rescatar 38 paquetes de los 74 que correspondían, es decir apenas el 58 por ciento, lo que no valida la decisión tomada por la ciudadanía y más aún cuando de esas 38 actas computadas por el Consejo Distrital del Instituto Estatal Electoral, (IEEH), 20 fueron impugnadas.

Los magistrados están frente a un escenario más que crítico que representa un hecho histórico en el estado, pues será la primera vez que se valide una elección o se anule, con la injerencia de los grupos de la delincuencia organizada, que desde hace más de una década han convertido a esta en una de sus principales bases de operación con impunidad.

El alcalde electo. Jorge Hernández Araus, insistió a través de su defensa legal que existe las evidencias de que Morena y Nueva Alianza, partidos que lo cobijaron en el proceso, obtuvieron la mayoría, sin embargo, no existen las actas de 36 casillas y tampoco fotografías o evidencias tangibles de las mismas, sólo las “sábanas” que fueron colocadas afuera de los lugares donde se instalaron las casillas, lo que no es prueba suficiente para el TEEH.

En menos de dos semanas sabremos si habrá proceso extraordinario en Cuautepec y Mixquiahuala, en este último por el uso de imágenes religiosas durante el proceso, lo que también contraviene la ley electoral, por una clara intromisión de la Iglesia en las elecciones.

 

De mi tintero… Donde de plano la “desinteligencia” funciona más que la estrategia, es en el CISE de la Secretaría de Gobierno, donde Isidoro González Blanco, insiste en mantener a exfuncionarios de administraciones pasadas que no sólo han probado su ineficiencia, sino también han sido señalados de acoso y de servir a intereses de grupos políticos antagónicos a Morena, un ejemplo, Ramón Garnica Hernández, quien se mantiene al frente de la dirección de análisis, desde donde se afirma, hay evidencias que sirve de “oreja” a sus exjefes…La que rehúye a todo cuestionamiento, es Margarita Cabrera Román, titular de la Dirección de Asuntos Religiosos, que ante su incapacidad de explicar lo que ocurre con los desplazados de Coamila y Rancho Nuevo, por supuesta intolerancia religiosa, termina por refugiarse en el argumento “comunicación social de la Secretaría de Gobierno les dará un comunicado”, pero en esa área están igual que ella, simplemente inoperantes…

 

X: @herreleo