-Secretario de Gobierno indicó que no hubo desplazados ni conflictos religiosos

Aclaró el titular de la Secretaría de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, que no hubo desplazados ni conflictos religiosos en las comunidades de Rancho Nuevo y Coamila, pertenecientes a Huejutla de Reyes, pues en las mesas de diálogo con pobladores ya resolvieron diversas peticiones y ahora sólo depende de ellos regresar a sus hogares y cumplir las faenas correspondientes.

Desde abril de este año, más de 170 personas evangelistas salieron de sus casas debido a posibles actos de intolerancia religiosa por parte de vecinos que profesan el catolicismo y estos desplazados permanecieron en la unidad deportiva de Colalambre, por lo que funcionarios estatales y municipales instaron a solucionar este conflicto.

Pese a que autoridades del Poder Ejecutivo afirmaron que ya podían retornar a sus viviendas, recientemente habitantes de las citadas comunidades expresaron que no había las condiciones para ello, al respecto, el secretario enfatizó que la problemática fue resuelta.

“Fue a partir de un acuerdo por escrito, rubricado, donde inclusive, tengo entendido ha intervenido un notario público donde se dio cuenta de las condiciones apropiadas de las viviendas y demás aspectos que ellos pidieron se detallara, se cercioraran, a partir de ahí están en posibilidad de regresar, el que de pronto digan, pues que nos falta algo para regresar, pareciera que ya son temas adicionales que están sacando de momento y eso pues evidentemente al no haberse platicado como punto de origen del conflicto pues alarga el que de nueva cuenta se pongan a platicar y decidan sobre el particular, pero los puntos de origen de conflicto todos están superados, todos”.

Puntualizó que las instancias municipales y estatales apoyaron en diversas diligencias para el óptimo retorno de estas personas a sus comunidades, sin embargo, lamentó que ahora los residentes busquen otras pretensiones.

“Por lo que me he enterado, ahora se están añadiendo puntos que no eran motivos del conflicto, es decir, ya como que si se arregla lo que te expongo, pues al rato te saco otro punto que quiero que también se satisfaga, sin embargo, lo elemental, lo que dio origen a este supuesto desplazamiento, porque de ninguna manera fue tal, fue simplemente que a los residentes de Coamila y Rancho Nuevo pedían que cumplieran con lo que todo el mundo cumple en sus comunidades, hacer faenas, es fue el punto de conflicto, no fue una cuestión religiosa ni mucho menos”, apuntó Olivares. (Rosa Gabriela Porter Velázquez)