Privaciones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente
Staff Crónica Hidalgo
La pobreza es un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de capacidades básicas para vivir con dignidad.
Detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS) que las personas que viven en la pobreza experimentan muchas privaciones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente, impidiéndoles ejercer sus derechos y perpetuar su pobreza, entre ellas: condiciones de trabajo peligrosas, vivienda insegura, falta de alimentos nutritivos, acceso desigual a la justicia, falta de poder político y acceso limitado a la atención médica.
Profundiza, con fundamento en los lineamientos para 2022-2023, en que la dignidad del ser humano no sólo es un derecho fundamental en sí mismo, sino que constituye la base del resto de los demás derechos fundamentales. Por lo tanto, la “dignidad” no es un concepto abstracto: es inherente a todos y cada uno de los individuos. En la actualidad, muchas personas que viven en la pobreza persistente ven denegada y violada su dignidad.
“Con el compromiso de poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas de todo el mundo disfruten de paz y prosperidad, la Agenda 2030 volvió a hacer un gesto hacia la misma promesa establecida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, la realidad actual muestra que mil 300 millones de personas siguen viviendo en la pobreza multidimensional, y casi la mitad de ellas son niños y jóvenes”.
Específica que la desigualdad de oportunidades y de ingresos aumentan bruscamente y, cada año, la brecha entre ricos y pobres se hace más grande. En el último año, mientras millones de personas luchan contra la erosión de los derechos de los trabajadores y la calidad del empleo para llegar a otro día, el poder empresarial y la riqueza de la clase multimillonaria han registrado un aumento sin precedentes.
La pobreza y la desigualdad no son inevitables. Son el resultado de decisiones deliberadas o de la falta de medidas que desempoderan a los más pobres y marginados de nuestras sociedades y violan sus derechos fundamentales. La violencia silenciosa y sostenida de la pobreza —exclusión social, discriminación estructural y desempoderamiento— dificulta la salida de las personas atrapadas en la pobreza extrema y niega su humanidad.