Amira Corrales
Hemos hecho algunas entregas de esta serie previamente, pero hoy me pareció importante retomar este maravilloso aprendizaje y compartirlo. Una mujer con conciencia de ser persona, humana y con derechos -todas los tenemos, pero no todas los ejercemos-, no debe nunca, jamás por ningún motivo permitir que la violencia entre a su vida y la acabe. Cierto es que, muy lamentable, existen muchos tipos de violencias que no depende de nuestro permiso para realizarse, provienen del enemigo cultural llamado machismo, el que da legitimidad y autorización para violentar a las mujeres de múltiples formas, pero quisiera hablar de un tipo de violencia que daña y mata lentamente, porque convive, duerme, cohabita con nosotras: la violencia intrafamiliar. Esta se define como toda acción u omisión cometida por algún miembro de la familia en relación de poder, sin importar el espacio físico donde ocurra que perjudique el bienestar, la integridad física, psicológica o la libertad y el derecho al pleno desarrollo de otro miembro de la familia. De acuerdo con lo anterior, no sólo las mujeres pueden sufrir esta violencia, sino también los miembros más jóvenes, incluso por las mismas mujeres, pero la realidad es que, debido a las desigualdades en oportunidades de desarrollo y economía, las mujeres son más susceptibles de padecerla por parte de sus parejas, que se han educado bajo un sistema misógino aunado a una falta de cultura sobre el manejo y regulación emocional, ante un régimen que lo permite normalizándolo y dejándolo impune. Por eso debemos como norma: 1. No normalizar la violencia. Dejar fuera de nuestras vidas toda acción que normalice y naturalice la violencia hacia las mujeres, como los comentarios, chistes, imágenes, videos, memes, etc. 2. Al comenzar la relación de pareja, ser muy cuidadosas de que en el medio ambiente donde se desenvuelve él no se normalice la violencia, ni se tome a las mujeres como objeto, ni las mujeres de su familia sufran esta violencia. También observar la regulación de emociones que presenta la pareja, ya que, si explota con facilidad y tiende a golpear o proferir insultos o humillar, es necesario…

CONTINUARÁ…

Twitter: @AmiraCorrales