LO RIDÍCULO EN LAS ACCIONES DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
AMIRA CORRALES
Mucho se ha hablado y escrito sobre el Día Internacional de la Mujer (DIM) que se conmemora los días 08 de marzo, de acuerdo con una declaración de la Asamblea General de la ONU; pero no lo suficiente. Hemos visto en redes sociales una infinidad de eventos, que se realizan en el marco de este día, y que sólo son un burdo intento por hacer de este una fiesta, o una perpetuación de los roles tradicionales de género, o simplemente, una acción sin ningún fundamento o sentido, que raya en lo intrascendente y socarrón, por no decir en la ofensa hacia un movimiento universal, que promueve la igualdad de mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida (salud, educación, economía, política, artes y cultura, en lo doméstico y en la crianza, etc.); la eliminación de la violencia hacia las niñas y mujeres (no sólo la física, sino la psicológica, económica, social, simbólica, vicaria, obstétrica, etc.); las acciones de los gobiernos tanto municipales, estatales, nacionales e internacionales (acciones afirmativas, rendición de cuentas, seguridad, etc.) para hacer cumplir estos preceptos. Pero todavía hay quienes creen que es un simple día, reduciéndolo a un día como San Valentín o de la madre, con acciones que lejos de generar conciencia sobre las desigualdades, discriminaciones y violencias, reproducen los estereotipos de género y la revictimización de las mujeres, porque lamentablemente no hay nada más patriarcal, machista y misógino que quienes no quieren escuchar nuestras necesidades y causas y disimulan disfrazando sus acciones para “cumplir” su cuota de aportaciones a la equidad de género, que es su obligación por ley. Un ejemplo (se vale reírse): en Santiago Tulantepec (entre otros municipios del país), el DIF municipal en conjunto con la instancia municipal para el desarrollo de las mujeres, está organizando una carrera de tacones para mujeres de mínimo 7 cms. de altura (el tacón). Yo no sé si sepan que los zapatos de tacón son una tortura, que tienen sus antecedentes muy patriarcales, que perpetúan el estereotipo de lo “femenino” y que su uso daña las rodillas, tobillos y la columna lumbar…
CONTINUARÁ…