Ni indulto ni apoyo para Gerardo Sosa
Leonardo Herrera
Gerardo Sosa Castelán no compró el indulto, ni tampoco el retiro del brazalete electrónico que porta por estar bajo proceso por lavado de dinero y delincuencia organizada por 58 millones de pesos, mucho menos libró a su ex esposa e hijas de las investigaciones en su contra, el acarreo de miles de estudiantes el pasado miércoles en instalaciones de la Universidad Autónoma de Hidalgo (UAEH) sólo fue un agradecimiento al ex secretario de Gobernación Adán Augusto López, y de paso buscar alianzas para tratar de prolongar el cacicazgo y control en la máxima casa de estudios del estado.
Hábil como es, el tabasqueño se “dejó llevar” en su placeo por la capital de Hidalgo, necesita de seguidores, incluso de incomodos como el clan universitario, por eso no tuvo oposición en aceptar la invitación de Damián Sosa Castelán y Jorge Hernández Araus, para estar con los estudiantes, académicos y trabajadores.
Conoció de los discursos y agradecimientos de los que sería objeto públicamente por el rector universitario Octavio Castillo, por su intervención en el cambio de medida cautelar a Gerardo Sosa y preparó sus respuestas frente a las preguntas del incómodo sosismo, es decir, todo estuvo acordado, no hubo sorpresas para nadie, ni siquiera en las oficinas de Plaza Juárez, donde acaso hubo incomodidad por la manera en que se envalentonan los universitarios para iniciar su disputa interna de candidaturas.
Pero en realidad no obtuvieron nada, porque el jefe del clan por lo menos hasta que termine el sexenio del presidente López Obrador, se mantendrá bajo proceso, sus abogados tratando de revertir y demostrar su presunta inocencia, mientras la Fiscalía General de la República (FGR) a través del ministerio público con recursos para mantenerlo en el estatus de supuesto responsable y alcanzar una pena que supere los 50 años.
Y aún en la eventualidad de que Adán Augusto resulte ser el candidato presidencial, tampoco significa que Sosa Castelán sea absuelto y con ello se ponga en el camino de la sucesión o algunos de sus integrantes, simplemente su estatus será el mismo que tienen hasta ahora, el de una fuerza más que tendrá su punto de negociación con el gobernador del estado Julio Menchaca y nadie más, por más demostraciones de músculo que hagan, su posición en el ajedrez político local no cambiará.
De mi tintero… La que dicen, mantiene su tráfico de influencias no sólo al interior del Tribunal Superior de Justicia, sino fuera de él, es la presidenta del poder judicial Rebeca Stella Aladro, quien colocó a su hija Cinthya Córdova Aladro, como directora de Trabajo y Previsión Social sin mayor mérito, pero la red de familiares es todavía es más amplia…Por cierto, allá mismo el secretario del Trabajo Oscar Javier González, ya les informó a sus cercanos que preparen sus maletas pues él será el relevo de Guillermo Olivares en la Secretaría de Gobierno, vaya poder el de González Hernández que no sólo el gabinete acomoda, sino hasta las candidaturas de Morena, pues dice que el actual responsable de la política interna será el aspirante morenista por Pachuca.
Twitter: @herreleo